martes, enero 30, 2007

Free Hugs - Perú.

Para variar, ando tonteando en la red en estas continuas noches de insomnio y entre click y click, encontré algo que me hizo botar una lagrimita de emoción -pocas cosas han logrado éso-.

En ésta época donde el transeúnte anda metido en su mundo sin pensar en los demás, el frenesí y el individualismo cunden por donde se pose la vista; un grupo de personas

inspiradas por una iniciativa de Juan Mann (historia que relataré más adelante) realizó la misma campaña: Repartir abrazos a diestra y siniestra sin cobrar un centavo por ello. Algunos pasaban con indiferencia y otros, al parecer, tomándolo a la chacota; pero ¡qué importa! Lo importante es darlo.

Siempre es bueno recibir un abrazo en cualquier momento; ya sea de la familia, la pareja, los amigos… qué se yo. Pero ¿de un completo desconocido? No lo sé… Pero la idea me gusta y creo que me levantaría la moral tanto darlo como recibirlo.





Ésta es la historia del iniciador de toda la movida: Juan Mann (que no es más que un juego de palabras de "One Man")

Estracto tomado de: Pixel y Dixel


"Free Hugs: la historia de Juan Mann
Escrito por Pixel el 25.10.06 @ 12:28 pm

Juan Mann“A veces todo lo que necesitas es un abrazo”. Así comenzó Free Hugs Campaign, la historia de una persona conocida como Juan Mann, que un día decidió dar abrazos gratuitamente a la gente en la calle. Por pequeñas casualidades de la vida los abrazos de Juan Mann han roto todas las fronteras, hasta convertirse en un movimiento mundial. Pero eso es otra historia, el final de esta historia.

Enero de 2004, Sydney. Juan Mann acaba de volver de Londres y se siente solo. Sus mejores amigos están lejos, sus padres se han divorciado, ha roto con su prometida y su abuela está muy enferma. Necesita algo para alegrarse así que va a una fiesta, en la que una absoluta desconocida se le acercó y le dio un abrazo. ” Me sentí como un rey, fue lo mejor que me ha pasado nunca” confesaba recientemente en una de las pocas entrevistas que hay de este personaje. Ese abrazo cambió su vida, y quizás la del resto del mundo. Seis meses más tarde, un 30 de junio, Mann salió a la calle, al Pitt Mall Street de Sidney, dispuesto a repartir abrazos gratuitamente. La gente le miraba extrañada, no sabía cómo reaccionar, hasta que pasados 15 minutos logró el primer abrazo de una anciana.

Juan Mann siguió con su campaña y todos los jueves por la tarde repartía sus abrazos en el mismo lugar de la ciudad más poblada de Australia. Pronto más gente se unió a la causa llegando a aparecer en algunos diarios australianos. Todos debían respetar unas mínimas normas: sólo abrazos, nada de citas, ni nombres, ni números de teléfono. De hecho el propio nombre del protagonista de esta historia es una incógnita, ya que en realidad Juan Mann (pronunciado “One Man”, un hombre) es un juego de palabras.

Un día Juan Mann abrazó a Shimon Moore (guitarrista y líder de los Sick Puppies, cineasta, actor…) que por aquel entonces trabajaba como hombre anuncio en Pitt Mall Street. ¿Por qué haces esto?” le preguntó, y Mann le dio la misma respuesta que a todo el mundo: “porque me gusta dejar sonriendo a la gente cuando se separan de mí” . Shimon se quedó sorprendido “pensé que era la idea más alucinante que había visto en mi vida” declaraba recientemente en una entrevista, así que, decidió grabar en vídeo la historia de su amigo Juan pensando en un posible documental.

La popularidad de Mann y la cámara Moore llamaron la atención de las autoridades de Sydney que tomaron una absurda medida: prohibieron a Mann que siguiera con su campaña salvo que suscribiera un seguro de responsabilidad civil de 25 millones de $. Lógicamente esto no estaba al alcance de Mann. Pero nuestro héroe no se rindió y aunque acosado por la policía, siguió con su campaña aunque recogiendo firmas para presentar frente a las autoridades y seguir repartiendo abrazos. Recogió más de 10.000 que presentó en el ayuntamiento de Sydney que revocó la prohibición.

La historia siguió su curso hasta que un inesperado hecho desencadenó un nuevo rumbo. La abuela de Juan Mann falleció. La noticia llegó hasta Shimon Moore que en la actualidad reside en Los Angeles, y que pensó que tenía que hacer algo tratando, muy en el espíritu del Free Hugs, de arrancar una sonrisa de Mann. Así que recuperó las horas de grabación y realizó una especie de videoclip con las imágenes de Mann y un tema de su banda (’All the same’). El montaje lo hizo en una noche y se lo envió a Mann en un CD con el mensaje: “esto es lo que tu eres”. Además lo colgó en YouTube.

Pero lo más increible es que el movimiento Free Hugs ha roto todas las fronteras y ya hay gente que se ha sumado al movimiento en todo el mundo: Nueva York, Polonia, Corea, Canadá, Zurich, Roma, Dussledorf, Kiev, Barcelona, Valencia, Tel Aviv… Y sigue…"


Bastante interesante la historia y por demás alentadora. Ojalá que ésto nos quite un poquito la tendencia a la indiferencia que solemos tener.

Como nota curiosa, me sorprendió ver una cara conocida con el cartelito. Un saludo, Marie (si alguna vez lees esto xD) y, si puedes, a la próxima avisa.

J, al cuadrado says:

Say no more(tm)!

jueves, enero 25, 2007

Transformers Perú... Los Guerreros de Primus



Decía Bryce que sólo se puede escribir bien en la tristeza. Creo que tiene razón; es por eso que casi nunca actualizo el blog (Gracias, March, por tu comentario... si no fuera por el, me hubiera olvidado que escribo uno), tengo tantas cosas en las que pensar y tantas alegrías juntas que, a veces, me olvido de botar la basura.

En estos meses han pasado tantas cosas, desde el robo de mi celular super-chulo (pero no importa; me voy a comprar uno más pajola aún).

Pero hay algo de lo que realmente quiero hablar: La consolidación de un club de fans. No. Mejor dicho, un grupo de buenos amigos.

Muchos de los que leen está pequeña y muy olvidada bitácora habrán oído hablar de los Transformers; algunos tendrán recuerdos vagos y otros, como yo, son fanáticos convictos y confesos.

Hace un par de años, en uno de los tantos temas de un foro de anime (Sugoi), comenzó a gestarse un grupito de fanáticos de esta franquicia; posteábamos y nos íbamos conociendo de a poquitos hasta que en Julio de 2004, se dio lo que en son de broma se llamó el primer "Botcon Perú"; ¿cuantos gatos fuimos? Pues, creo que un máximo de 5 gatos (cuatro fans y un "anexo"). La reunión no duró más de veinte minutos y luego cada quien enrumbó por sus propios caminos. Por azares del destino me desconecté de los Tf muy buen tiempo hasta que un día, haciendo las compras en el supermercado, vi un Battle Ravage de la serie Transformers - Energon en oferta o, mejor dicho, super oferta y sin pensarlo dos veces, lo compré. Ése fue el renacimiento de mi colección de "Tf's" la cual desapareció al crecer -léase: los regalé- y que ahora tengo más que cuando era niño. Algunos fueron comprados y otros regalados; pero a todas esas pequeñas piezas de ingeniería, les tengo mucho cariño y admiración por los diseñadores (Si vieran a mi Optimus Prime edición el 20 aniversario, me darán la razón.)

Bueno. La historia cambió hace unos meses, cuando se abrió el foro de Transformers Perú
y me inscribí a él. Han pasado unos cinco o seis meses desde esa fecha y aquel que al inicio era un club de fans, ahora es un grupo de PATAS; cada vez nos vamos consolidando y uniendo más y en cada salida el espíritu de camaradería es más y más fuerte.

Para ser bienvenido no es necesario haber visto todas las series, leído los cómics o coleccionar los juguetes. Los dos únicos requisitos podrían ser:

-Que te gusten los Transformers en cualquiera de sus universos (G1, G2, Beastwars, etc, etc).
-Que respetes las opiniones de los demás.

Si cumples ambas cosas... ¡Bienvenido!


J, al cuadrado dice: Say no more(tm)!