miércoles, noviembre 16, 2005

Una tacita rota que, si Dios quiere, se convertirá en un gran jarrón de porcelana


Hay cosas que ni qué... Reconstrucciones que no serán nada fáciles y espero que esa gran dificultad traiga como consecuencia algo irrompible.
Que Dios nos ayude en esta empresa retomada, ya más cautos, maduros, leales y reales. Ahora a reconquistar entornos y ser mejores que antes... ¡Esa es la consigna! Complicada meta. Sólo queda rezar porque todo esto sea de una vez por todas algo definitivo.
Mucha agua ha pasado por ambos rios y por tal motivo nuestros paisajes ya no son los mismos de antes; en verdad espero que ahora sea mejor, que las experiencias y golpes recibidos nos ayuden a caminar por este camino que definitivamente será más difícil. Dios dispondrá.


...may god be with us.